La niñez de
Rubén transcurrió en la ciudad de León, criado por sus tíos abuelos doña
Bernarda y don Félix a quienes considero sus verdaderos padres, hasta que tuvo
contacto con su verdadera madre que residía en Hondura. A la muerte del coronel
Félix Madreguil en 1871, la familia de Darío paso por situaciones económicas
muy duras, debido a eso, pensaron en poner al joven Darío como aprendiz de
sastre, pero paso por varias escuelas antes de ir con los jesuitas en 1879.
Según su
propio testimonio aprendió a leer a los tres años de edad y pronto también
empezó a escribir sus primeros versos. El pequeño Rubén tuvo como maestra a
doña Jacoba Tellería.