La mujer en la poesía



La mujer en la poesía nicaragüense actual

POR LETICIA LUNA
Nicaragua es un país de poetas y “quien no es poeta es hijo de poeta”, reza el refrán popular. Las mujeres, a más de un siglo de sostener una importante presencia en las letras de su país, hoy en día configuran una verdadera cartografía poética que va de autoras como Claribel Alegría (1924) a Carola Brantome (1960), de Gioconda Belli (1948) a Milagros Terán (1963), de Daisy Zamora (1950) o Michele Najlis (1946) a Marta Leonor González (1972); diversas generaciones que confluyen en el panorama de la poesía nicaragüense actual.
Si bien podemos rastrear la expresión poética femenina en las precursoras Carmen Sobalvarro (1908-1940),María Teresa Sánchez (1918-1994) y Mariana Sansón (1918-2002), el boom de la poesía escrita por mujeres en Nicaragua se produjo en la década de 1960 bajo el signo de la rebeldía en diversas direcciones: la rebeldía de la juventud que estaba logrando distintas expresiones en la poesía de todo el mundo bajo la influencia beat, la rebeldía propia de la lucha de las mujeres y la que tomó forma en el sandinismo. Las poetas participaron activamente en diversos grupos literarios durante esa década: Michele Najlis (en 1969 publicó uno de los poemarios más importantes de las últimas décadas: El viento armado), integrante del grupo de la revista Ventana, militantes del movimiento por la liberación del pueblo de la dictadura somocista; Vidaluz Meneses (1944), importante integrante del grupo Presencia, y Christian Santos (1941), entre las poetas independientes de algún grupo.
Luis Rocha en su Breve antología de la nueva poesía femenina nicaragüense da cuenta que tan sólo en 1967, en Managua existían “aproximadamente mil poetisas entre éditas e inéditas, contra sólo 700 poetas… Nicaragua es un país superpoblado de poetisas”. “La mayor novedad de esa década en Nicaragua —señala Daisy Zamora (1950), poeta y compiladora de la antología La mujer nicaragüense en la poesía, publicada en 1992— la constituye, pues, el surgimiento de tantas jóvenes que por primera vez declaraban abiertamente su vocación de poetas y su voluntad de afirmarse como escritoras.”
La década de 1960 registró la publicación de importantes poemarios de destacadas voces femeninas. En 1974, Gioconda Belli (quien emergió con una gran vitalidad poética y una actitud de reafirmación femenina) publicó Sobre la grama, con prólogo de José Coronel Urtecho, y en 1978 ganó, con Línea de fuego, el Premio Casa de las Américas, de Cuba.
Durante esta década la participación de la mujer nicaragüense se expresó en diversas actividades revolucionarias hasta el triunfo de la revolución sandinista en 1979, cuyos logros en el terreno del arte y la cultura se reflejaron en la fundación del Ministerio de Cultura, la cruzada nacional de alfabetización y los talleres de poesía, que funcionaron hasta finales de la década de 1980. Ernesto Cardenal, en su antología de poesía Flor y canto (primera edición, 1973), señalaba que la poesía posterior a Darío continuaba “con algo que ha sido una novedad más en la poesía nicaragüense, surgido de estos años, y que es la abundancia de poetas mujeres”.
La poesía de las décadas de 1960 y 1970 se caracterizó, en general, por su tono coloquial, conversacional, de humor, así como por el tratamiento poético de diversos temas sociales y políticos; en la poesía de las mujeres adquirió el tono subversivo que supuso echar abajo la moral burguesa y rebelarse a través de la exaltación del cuerpo, la patria y la mujer como motivos poéticos. De ahí la célebre frase de Michele Najlis, “el amor como arma. Amar es combatir”.
La apropiación de la identidad femenina por parte de las poetas abrió un espacio espiritual, intelectual, artístico y político en registros que fueron desde lo testimonial a la poesía de la acción, buscando llevar a cabo una expresión acorde con el compromiso de la escritura desde el ser mujer hasta la construcción de un país nuevo.
En la década de 1980 se vivió el inicio y el fin del sueño revolucionario; en la poesía supuso el impulso desmedido del exteriorismo y el comienzo de una apertura de otras formas de expresar el mundo. Emergieron importantes voces como Gloria Gabuardi, Marianela Corriols, Karla Sánchez, Milagros Terán y Carola Brantome.
En la década de 1990, la necesidad de renovación llevó a las poetas a tratar, por un lado, los diversos temas tradicionales de la literatura como el amor, la muerte, Dios; y por el otro, el tratamiento de temas tabúes como el lesbianismo y un feminismo todavía más agresivo, reflejado en la utilización de un lenguaje procaz. El compromiso colectivo se convirtió así, en un compromiso individual e intimista a través de la propia poesía, y libre de cualquier moda literaria en boga.
Juan Sobalvarro y Marta Leonor González, en el prólogo de su antología Poesía de fin de siglo Nicaragua-Costa Rica, comentan que: “La postura de las mujeres escritoras es mucho más escéptica, dominante e irónica, que las de sus antecesoras feministas. Estilísticamente, en los noventa se ha potenciado la idea de que se puede hacer literatura libremente […] Es decir, es una poesía que se hace con independencia de los discursos políticos y estéticos hegemónicos.”
En febrero de 2005 se llevó a cabo el Primer Festival Internacional de Poesía de Granada, en homenaje al poeta Joaquín Pasos (1914-1947) y en saludo a los 80 años del poeta Ernesto Cardenal, que reunió a destacadas figuras poéticas del continente americano y España. Estuvo organizado por los poetas Francisco de Asís, Gloria Gabuardi, Nicasio Urbina y Gioconda Belli, entre otros. En el contexto del festival pudo
escucharse la voz de alrededor de 30 autoras de la poesía nicaragüense actual.

LA MUJER Y LA ACADEMIA NICARAGÜENSE DE LA LENGUA


A Isolda Rodríguez Rosales
Mi acercamiento a la lectura, lo debo a mi abuela materna Carlota Cano Guillen, que aprendió a leer, leyendo los libros sagrados de la Biblia en la comarca Bulùm I, cerca del pueblo aurífero de Santo Domingo de Chontales. Desde mis 7 años leía con ella todas las tardes su Biblia en un ritual sacro hasta el día que murió. Como consecuencia de su muerte mi madre decidió abandonar aquel villorrio y trasladarnos a la  ciudad de Juigalpa un 30 de mayo de 1997(día de las madres). Luego de años de estudios en el Centro Escolar Pablo Hurtado e Instituto Nacional de Chontales, mi pasión por la literatura fue encendida por las maestras María Luisa Pérez y Dolores Morales que impartían con sapiencia la asignatura de Lengua y Literatura.
Las puertas de Juigalpa, debo afirmar se me abrieron de par en par. Esta ciudad es mi secunda casa y a veces me encuentro en un dilema interior, si cortar mi ombligo a mi tierra o volverme un empedernido localista. Mi madre opto por matricularme en los centros de mayor prestigio del departamento, fue ahí donde comencé a conocer el trabajo femenino de las docentes, en mi pueblo natal la Escuela Pública lleva el nombre del  liberal “Maximo Jerez”, en cambio Juigalpa (la vaca echada de Guillermo) la mayoría de escuelas llevan el nombre de mujeres, fue el momento oportuno de conocer la obra de las juigalpinas, las chontaleñas. Siempre andaba preguntando, ¿Por qué? Siempre estuvo la duda en mí, por muchos años.
Conocí la obra de la noble chontaleña y primera feminista nicaragüense: Josefa Toledo de Aguerrí. El Instituto Nacional de Chontales, lleva su nombre. Los juigalpinos agradecen la labor de las mujeres, la mayoría de Centros de Educación primaria y secundaria, han sido bautizados (antes del gobierno sandinista) con nombres de maestras con el propósito de que  perduren en la historia: Octavia Ocón, Luisa Pérez de Martínez,   Rosa Lanzas Campos, Leopoldina Castrillo, Elaisa Sandoval, Floresmilda Díaz, entre otras.
Por muchos años pensé que en la literatura nicaragüense solo se desenvolvía varones: Rubén Darío, Azarías Pallais, Alfonso Cortès, Salomón de la Selva, Luis Alberto Cabrales, Pablo Antonio Cuadra, Guillermo Rothschuh, entre otros. ¿Cuál fue mi sorpresa encontrarme con la poesía límpida de mujeres? ¿Cómo he de olvidar el primer libro que leí de la narradora, poeta, escultora y pintora: María Teresa Sánchez? La tierra misma se abrió y se compungió en mí, la cosmovisión arcaica que había abrazado desde mi niñez, seguramente no había analizado a ciencia cierta, el papel que desarrolla la mujer en la sociedad y el “desconocimiento” de las grandes féminas como: Sara la esposa de Abraham; Ester nombrada reina o la madre de nuestro señor Jesucristo: María. Afirmo con propiedad que fui criado en el mundo de mujeres: el de mi madre y mis dos abuelas.  Pero aun a esa edad no comprendía la sensibilidad, la lírica, la subversión literaria, el riguroso discurso femenino  y transformación del lenguaje mismo que  ejerce la mujer en la literatura universal.
           
  1.      
Introducirse al mundo femenino con el fin crítico-literario es en un reto que no asumo, por ello permítame abordar esta temática desde la perspectiva historiográfica.
Las mujeres han desarrollado la habilidad de escribir en Nicaragua desde los inicios del siglo pasado, han tallado concienzudamente con ayuda del esmeril una estela pulcra, afinada y afilada con desvelos, a la luz de lámparas  que hoy se yerguen altivas con identidad morena. Identidad hispánica. Les presentaré a una serie de mujeres  que han dado sus vidas por impartir los mejores aportes a las letras nacionales y han sido condecoradas miembros de número o correspondientes de La Academia Nicaragüense de la Lengua.
Enrique Peña Hernández nos recuerda los primeros fundadores de esta prestigiosa organización; cabe destacar que todos fueron hombres y hasta muchos años después se les permitió a las mujeres ingresar a esta, pero leamos con detenimiento parte de este informe:
La Academia Nicaragüense de la Lengua se fundó a principios del año 1928. Fue aprobada su fundación por Decreto Ejecutivo de 8 de agosto del mismo año, suscrito por el Sr. Presidente de la República, D. ADOLFO DIAZ y su Ministro de Instrucción Pública, D J. J. Ruiz (publicado en LA GACETA N” 179 del martes 14 de agosto de 1928). Su personería jurídica le fue otorgada por Ley de 22 de febrero de 1929. Fueron sus fundadores siete (7) ilustres personalidades de las letras patrias: Su Excelencia Reverendísima, MONSEÑOR JOSE ANTONIO LEZCANO Y ORTEGA, Arzobispo de Managua, folklorista y narrador de temas vernáculos; DOCTOR CARLOS CUADRA PASOS, eminente jurista e historiador, gran tribuno; DOCTOR MANUEL MALDONADO, inspirado poeta y orador grandilocuente: DOCTOR PEDRO JOAQUIN CHAMORRO ZELAYA. Abogado, historiador de recia envergadura. Periodista vibrante; DOCTOR ALFONSO AYON, gran filólogo; DOCTOR LUIS H DEBAYLE, poeta y escritor castizo, sabio médico; y DOCTOR FRANCISCO PANIAGUA PRADO, brillante escritor.
Fueron muchos años después por iniciativa del poeta Pablo Antonio Cuadra, que realizó modificaciones a los estatutos de esta organización. La primera mujer que se honra fue  Mariana Sansón Argüello (6 de junio 1918-, 6 de mayo 1994). Daisy Zamora explica que Sansón Argüello—entre otras mujeres—fue precursora de la poesía y la primera mujer nicaragüense en contar con su propia obra[1] y Mónica Zalaquett  afirma que Sansón Arguello “fue una de las primeras auténticamente poetas de Nicaragua” y que “produjo una obra abundante, muy personal, subconsciente y metafísica que puede ubicarse con legitimidad dentro de las vertientes del postsurrealismo hispanoamericano” (Zalaquett, 2007) .
El 21 de julio de 1999, Rosario Fiallos de Aguilar –la mejor narradora nicaragüense— ingresó como miembro de número a La Academia Nicaragüense de la Lengua. Fiallos de Aguilar leyó el ensayo “Lenguaje y novela” (Arellano, 2012) en la que citó las palabras de su antecesora la poeta Sansón Argüello: “Quiero encontrar por sobre todo, en vosotros, un acto de justicia y de noble reparación  a la mujer nicaragüense al abrir conmigo de par en par las puertas de esta Academia que hasta hoy permanecían cerradas para nosotras” (Aguilar, 1999)
Nidia Palacios (Masaya, 29 de noviembre, 1939) y Conny Palacios (Matagalpa, 1953) fueron recibidas el 12 de julio de 2001 (Urtecho, 2002), de Nidia Palacios podemos decir que ha escrito: La técnica narrativa en Sergio Ramírez, Antología de la novela nicaragüense, Voces femeninas en la narrativa de Rosario Aguilar, Estudios de literatura hispanoamericana y nicaragüense, Nuevos asedios a Rubén Darío y Rubén Darío, melancólico capitán de la gloria (Arellano, 2012).
El 18 de agosto de 2003 ingresó la  poeta Gioconda Belli (Managua, 9 de diciembre, 1948) y el 12 de julio de 2006 Ana Ilce Gómez Ortega (Masaya, 28 de octubre, 1944) sus dos obras son: Poemas de lo humano cotidiano (Asociación Nicaragüense de Escritoras, 97. pág.: 2004) y Ceremonias del silencio (Managua: Ediciones El Pez y la serpiente, 1975), de esta última la Dra. Isolda Rodríguez Rosales dice: “Ana Ilce Gómez escribe sus versos oficiando una ceremonia sagrada, en la que dialoga con sus ancestros y se interroga a si misma sobre los grandes temas dela vida” (Rosales, 2013)
El 8 de septiembre del  2006, la señora doctora doña Isolda Rodríguez Rosales  (Estelí, 7 de noviembre, 1947), ingresó a la Academia como miembro de número, ocupando la silla R, su obra es característica debido a su compromiso desde su niñez con la educación de este país, sus obras más representativas son: Una década en la narrativa nicaragüense y otros ensayos (1999) y En el país de las alegorías–Ensayos sobre literatura nicaragüense– (2006), La casa de los pájaros (1995) y Daguerrotipos y otros retratos de mujeres (1999), Me queda la palabra (2008), Historia de la Educación en Nicaragua: Educación durante el liberalismo: 1893-1909; Historia de la Educación en Nicaragua Restauración conservadora: 1910-1928 e Historia de la Educación en Nicaragua: Cincuenta años en el sistema educativo nicaragüense: 1929-1979 y sobre educación sus obras no son  menos valiosas Español I (1979), Español para la Facultad preparatoria (1981), Textos de apoyo de Español (1980), Curso de lengua española (1995 y 1996) y La expresión escrita, con cinco ediciones.   (Saballos, 2007)
El 29 de noviembre de 2007 ingresó Gloria Elena Espinoza de Tercero (Jinotepe, 10 de agosto, 1948) y para cerrar como decimos en Chontales, con broche de oro, la Dra. en lingüística  y catedrática universitaria María Auxiliadora Rosales Solís ganadora del Premio Real Academia Española 2009 (Bolaños, 2010), ingresa a la Academia Nicaragüense de la Lengua como miembro de número.
  •                
Las nuevas oleadas de mujeres escritoras se levantan en Nicaragua, con los cinceles listos para tallar sus pensamientos en las rocas galactitas o con los pinceles y las paletas llenas de colores para pintar las nuevas etapas de nuestra historia.
Tarde se reconoció la obra de las mujeres en la Academia, ojalá los nicaragüenses nunca olvidemos la labor de las féminas, mientras tanto seguiré en Juigalpa la ciudad de Josefa Toledo de Aguerrí, –mujer de las Américas, la primera feminista en levantar la bandera de la chontaleñidad–  o en mi pueblo aurífero de Santo Domingo, (atormentado por la mano extranjera), estaré todas las tardes atado o encadenado a los libros de poesía y narrativa escritos por nuestras mujeres, hasta que mis pupilas se dilaten y decidan descansar eternamente.
Alexander Zosa—Cano                                                                                                             Desde Santo Domingo, Chontales.                                                                                                                                 08 de marzo de 2013 (Día Internacional de la mujer)


Isolda Rodríguez Rosales

Isolda Rodríguez Rosales

Biografía

Narradora, Crítica literaria, Catedrática. Nació en Estelí, Nicaragua. Catedrática universitaria vinculada al conocimiento del idioma, autora de varios cursos de Lengua Española, crítica literaria del discurso narrativo, narradora de cuentos y relatos, historiográfica de la Educación en Nicaragua ha publicado tres tomos de los períodos 1893-1909, 1910-1928 y 1959-1979.Ha ejercido la crítica de forma sistemática y académica en los años más recientes. En 1999, publica su libro de ensayo, Una década en la narrativa nicaragüense. El enfoque histórico de sus ensayos se enriquece con una Maestría en Historia. A sus estudios especializados en Literatura en universidades españolas, se suma una larga experiencia como catedrática universitaria en Nicaragua vinculada estrechamente con el mundo literario: Supervisora de Español y Literatura de la UNAN-Managua, Jefa de Departamento de Artes y Letras y luego Directora del Departamento de Cultura de la Universidad Centroamericana, UCA.Ha publicado manuales para el estudio de nuestro idioma: Curso de lengua española, La expresión escrita, y Español para la Facultad Preparatoria, son algunos de los textos que la autora ha escrito en su carácter docente.La casa de los pájaros y Daguerrotipos y otros retratos de mujeres, son dos libros de cuentos con los que la autora incursiona en el mundo de la creación literaria.Ingresó a la Academia Nicaragüense de la Lengua como miembro de Número, en Septiembre del 2007. Su discurso de ingreso versó sobre el narrador nicaragüense Lizandro Chávez Alfaro y la desacralización de la historia en su novela, Trágame tierra (1969). Integra la membresía del Centro Nicaragüense de Escritores, del Instituto de Cultura Hispánica, del Foro Nicaragüense de Cultura y de la Asociación Nicaragüense de Escritoras (ANIDE).

Bibliografía

1. La educación durante el liberalismo, Nicaragua: 1983-1909 (Managua: BANIC,“Colección Histórica” )
2. La casa de los pájaros [Cuentos](Managua, Nic.: Edic.anamá, 1995)
3. Daguerrotipos y otros retratos de mujeres [Cuentos] (Managua: CIRA, 1999)
4. Una mujer sin nombre [narrativa](Managua: CIRA, 1999)
5. Una década en la narrativa nicaragüense (Ensayo)(Managua: CNE/ANE/NORAD (222 pp), 1999.
6. En el país de las alegorías -Ensayos sobre literatura nicaragüense (Managua: CNE/ANE/NORAD – Ardisa, 2006.
7. Me queda la palabra (novela). (Managua: Academia Nicaragüense de la Lengua, Sept. 2008).
8. Navegante sin tiempo. (Poesía)(León: UNAN. 2014).






Yelba Clarissa Berríos Molieri

Yelba Clarissa Berríos Molieri nació en
León, Nicaragua, el 24 de octubre de 1957.
Realizó estudios de primaria y secundaria en
el colegio de La Asunción, en su ciudad
natal.
Estudió francés, su segunda lengua, en Saint
Mary´s Domican College en New Orleans;
esta lengua, desde niña, fue vehículo de su
comunicación por influencia paterna.
Se graduó de abogado y notario en la
UNAN-Léon. Obtuvo el grado de maestría
en Derecho Marítimo en la Universidad de
Tulane en New Orleans, Louisiana, EE.UU.
Estudió inglés a nivel universitario en Georgia
Tech, Atlanta, Georgia.
Se define como alfarera de letras. Junto a su
gran amor, “la poesía”, pinta y colecciona
arte sacro. Es la dueña de ANGELORUM,
Casa-Museo, único de este arte en el país.
Yelba Clarissa se dedica al trabajo social,
que es una prioridad en su vida. Reside en su
ciudad natal, León de Nicaragua.
————————
Yelba Clarissa Berríos Molieri, ocupa ya
un lugar en la historia de la literatura nicaragüense.
Sabíamos de sus viajes por el
mundo, de su pasión por el conocimiento de
lengua extranjeras modernas y de su sensibilidad
por el arte; pero ahora, que aparece su
libro Mi vida en treinta lunas, su obra es
como el apocalipsis que nos permite ver más
adentro, el trasfondo de la autora que irradia
vitalidad y creatividad.
La poesía de Yelba Clarissa honra las letras
nacionales y pone en alto la autoría de la
mujer nicaragüense que ya ha escalado la
cima en la producción de cultura y arte nacionales.
Como su autora, la poesía de Berríos
Molieri es creativa, sensitiva y sensual.
Leámosla y que sea inscrita en el catálogo de
los autores nacionales, y descrita, su vida y
características de su poesía, en la historia de
nuestra literatura.
Francisco Arellano Oviedo
———–
Desde el texto introductorio de Mi vida en treinta lunas, Yelba Clarisa Berríos
Molieri ejerce la magia de posicionar al lector en un plano alto y elevado,
siempre ascendente, como en un teatro singular donde el sonido es acústicamente
perfecto.
Y no solo la oímos hablar con diáfana sinceridad de sus vicisitudes, desaciertos,
decepciones, instintos, miedos, esperanzas…, sino que ella nos enseña —de
manera visual— todas y cada una de sus expresiones; al estilo de los grandes
poetas. Y lo hace con rebeldía, con pasión, con técnica, con intuición, con
sabiduría, con sensibilidad y con losofía, como cuando nos dice: “supe entonces
que las guitarras/también se tocan/sin las cuerdas tensadas” o cuando
atónitos contemplamos sus valores: “te daré la espalda y en mi
retorno/atravesaré túneles de goma/moldeándolos a mis cantos de esperanza”.
Aquí es donde vemos la transformación de una alumna hecha maestra y superando
a sus sabios instructores, reales e imaginarios.
No hay una palabra en la poesía de Yelba Clarisa en la que no reeje su ser en
toda su dimensión, como mujer avasallada, como mujer liberada, como artista
que dene en términos absolutos ese proceso de liberación durante treinta
años de su vida. Ahí encontramos a esa mujer poeta, esotérica, patente, inconclusa,
laudatoria y sobresaliente que nos entrega una joya literaria y seductora.
Esta es una creación de gran originalidad, y así lo vemos en lo indeterminado y
en lo denido; en ese juego de palabras qué bien juega la autora, en lo que dice
y en lo que calla, en sus cantos y sus himnos. Y así, entre la visible fuerza literaria
y la silenciosa carga emotiva, ella nos habla: “Cuando aperturo un
poema/cabalgando en pelo/en el corcel de mis verdades/lo erótico se sumerge
en beatitud/lo pletórico en hambruna/lo común en unicidad”. Dentro de ese
espíritu creativo propio —original— vemos que Yelba Clarisa no hace concesión
alguna en su lenguaje. En eso descansa la belleza lírica, la elocuencia y el
poder de su obra que transita por un universo de poesía.
Yelba Clarisa, además de ser una poeta virtuosa, es absolutamente esencial. Ella
es una de las escritoras más brillantes de Nicaragua y su intensidad e insistencia
implantará su marca artística —esa multiplicidad de razones y sentimientos—
en muchos lugares del mapa y en muchas mentes y corazones.
Max L. Lacayo


GIOCONDA BELLI



BIOGRAFÍA
Gioconda Belli nació el 9 de diciembre de 1948 en Managua (Nicaragua). Vivió en el seno de una familia acomodada, su padre, Humberto Belli, era empresario y su madre, Gloria Pereira, fue fundadora del Teatro Experimental de Managua. Gioconda fue la segunda de cinco hermanos. Estudió en el Colegio de La Asunción en Managua y en el Real Colegio de Santa Isabel en Madrid, España, donde obtuvo el bachillerato en 1965. Tras obtener un diploma en Publicidad y Periodismo en Filadelfia, Estados Unidos, regresó a Managua y en 1967 contrajo matrimonio. Su primera hija, Maryam, nació en 1969. Sus poemas aparecieron por primera vez en 1970 en el semanario cultural del diario La Prensa de ese país. Su poesía, considerada revolucionaria en su manera de abordar el cuerpo y sensualidad femenina, causó gran revuelo. Su libro “Sobre la grama” le ganó en 1972, el premio de poesía más prestigioso del país en esos años, el “Mariano Fiallos Gil” de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua.
Fue una firme opositora a la dictadura de Somoza, por lo que tuvo que exiliarse a México y Costa Rica y se integró a las filas del FSLN, organización en la que militó desde 1970 hasta 1994. Fue miembro de la Comisión Político-Diplomática del FSLN. Fue correo clandestino, transportó armas, viajó por Europa y América Latina obteniendo recursos y divulgando la lucha sandinista.En 1978, obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas (Cuba) en el género poesía por su libro Línea de Fuego.Belli se casó por segunda vez y tuvo a sus hijos Melisa y Camilo.Tras el triunfo sandinista fue representante sandinista ante el Consejo Nacional de Partidos Políticos y vocero del FSLN en la campaña electoral de ese año.Dejó la vida política para dedicarse a escribir su primera novela, sin dejar nunca de lado la poesía. En 1988, Belli publicó su primera novela La Mujer Habitada, que fue un éxito clamoroso de amplia resonancia internacional.
En 1990, se publicó la segunda novela, Sofía de los Presagios. En 2001 apareció en El País bajo mi piel, un testimonio-memoria de sus años en el sandinismo.
Se casó por tercera vez en 1987 con Charles Castaldi con el que tiene una hija, Adriana, nacida en 1993. En febrero del 2008 publicó su última novela El infinito en la palma de la mano, galardonada con el Premio Biblioteca Breve 2008 de la editorial española Seix Barral, y recientemente con el Premio Sor Juana Inés de la Cruz.
BIBLIOGRAFÍA
Sobre la grama 1972
Línea de fuego 1978
Truenos y arco iris 1982
Amor insurrecto 1985
De la costilla de Eva 1987
La mujer habitada 1988
Sofía de los presagios 1990
El ojo de la mujer. Poesía reunida 1990
El taller de las mariposas 1992
Waslala 1996
Apogeo 1997
El país bajo mi piel 2001
Mi íntima multitud 2003
El pergamino de la seducción ¡Con comentarios! 2005
El infinito en la palma de la mano 2008
El país de las mujeres 2010

PREMIOS
Premio Mariano Fiallos Gil de Poesía, Nicaragua 1972
Premio Casa de las Americas, Cuba, Poesía 1978
Premio de la Fundación de Libreros, Bibliotecarios y Editores Alemanes de la Fundación Friederich Ebhert en 1989 a la Mejor Novela Polìtica del Año, por “La Mujer Habitada”
Premio Anna Seghers de la Academia de Artes de Alemania, en 1989.
Premio Luchs del Semanario Die Zeit a su libro “El Taller de las Mariposas” compartido con el ilustrador, Wolf Elbruch, 1992.
Medalla de reconociento del Teatro Nacional de Nicaragua por 25 años de labor cultural
* Premio Internacional de Poesía Generación del 27 – 2002
Premio Biblioteca Breve, Editorial Seix Barra, Madrid, febrero 2008
XXVIII Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, 2006
Premio Pluma de Plata, Bilbao, 2005
Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2008
Premio Hispanoamericano de Novela La Otra Orilla, VI Edición 2010

ENLACES
http://www.giocondabelli.org/
http://www.poeticas.es/?p=197
http://www.elortiba.org/belli.html
http://amediavoz.com/belli.htm
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1454
http://www.elcastellano.org/gioconda.html
https://twitter.com/GiocondaBelliP
https://www.facebook.com/pages/Gioconda-Belli/127117512350


http://www.youtube.com/watch?v=2f9fqDnMNN4
http://elpais.com/autor/gioconda_belli/a/

Yolanda Blanco


Yolanda BlancoYolanda Blanco nació en Managua en 1954 y es una importante representante de la cultura de su tierra. Se ha destacado como poetisa y cantautora, pero además ha realizado trabajos de traducción y difusión cultural.
En su poesía puede notarse la firme preocupación de la autora por las clases más desfavorecidas y la intención de plasmar de forma clara y detallista los rumbos que han ido tomando las sociedades en las últimas décadas, alejándose de lo verdadero (las relaciones humanas) y acercándose al consumismo (necesidad de lo que no es imprescindible como si lo fuera).
Entre sus obras podemos mencionar “Así cuando la lluvia“, “Penqueo en Nicaragua” y “De lo urbano y lo sagrado“; también ha participado de diversos eventos musicales e incluso ha grabado un cd con temas de su autoría, que se tituló “Nonantzin” y que salió acompañado de una antología.
Además es la creadora del portal electrónico conocido como Dariana, donde puede encontrarse muchísima información acerca de la poesía de Nicaragua y donde se le ofrece un homenaje constante al poeta Rubén Darío, de quien Yolanda es una ferviente seguidora.
A continuación te presentamos algunas de sus poesías para que disfrutes de su distinguido estilo; entre las mismas se encuentran “Arrocero o pájaro íngrimo“, “Llueve” y “Vení, lluvia, venite“.

Daisy Zamora


Daisy ZamoraDaisy Zamora es una de las voces más importantes de la poesía latinoamericana contemporánea; nació el 20 de junio de 1950 en Managua, en el seno de una familia adinerada e implicada en la política. Se recibió de psicóloga en la Universidad Centroamericana de Nicaragua; por otro lado, estudió bellas artes. Estuvo involucrada en la lucha contra la dictadura de Somoza, en los años 70, y se unió al Frente Sandinista de Liberación Nacional en 1973. Su participación en la revolución la llevó a exiliarse a Honduras, Panamá y Costa Rica. Durante este difícil período, tuvo a cargo la conducción y dirección de un programa de radio clandestino; finalmente, el nuevo gobierno la nombró vice Ministra de Cultura. Ha sido siempre una férrea defensora de los derechos humanos y promotora del arte en general.
Entre sus libros de poesía en español, encontramos “En limpio se escribe la vida“, “La violenta espuma” y “A cada quien la vida“. Su obra, que también incluye ensayos y artículos periodísticos, ha sido traducida a más de 15 idiomas y le ha merecido premios como el Mariano Fiallos Gil y menciones honoríficas como Escritora del Año, de parte de la Asociación de Artistas de su país.