Iniciación
Y me dio esta oración
para decirla tan sólo
a las horas de la sangre:
Aprendo del menstruo
Forjo mi contigüidad con la luna
De la ubicua tierra
arranco mi fuerza
Sé que mes a mes hay un hijo que me sueña.
El silencio
El silencio
Vení, lluvia, venite
dejate venir hasta cansarte
correte por estos lados
después más para allá
date gusto, agüita,
son todos tuyos los campos
sólo por vos
esperan abiertos los surcos.
De escritores Nicaraguenses